miércoles, 4 de septiembre de 2013

En el Metro

Luego de su segunda visita a familiares decide partir. Estaba solo en la casa, o al menos tan solo como cuando hay gente y no hay conversaciones ni convivencias.
    Se despertó tranquilo, y de esa misma forma entró a la ducha. Ya no quería las conversaciones clásicas del lugar (el viaje que partió siendo distracción se había transformado en depresión), mas hoy era un nuevo día. Aunque aún faltaba un destino.
    El sujeto tomó su celular y conectó los audífonos luego de haber comido y haberse aseado, se despidió de la gente y los recuerdos, y comenzó su caminata hacia el metro.
    Caminando sólo por inercia pensaba las cosas ocurridas durante el año: las amistades, los amoríos, las aventuras, los estudios, la familia. Tema tras tema agolpándose en su mente, tema tras tema borrándole la risa pero dejando su sonrisa.
    ‘Bip’ suena la máquina al pasar la tarjeta al momento de abordar el tren. Los sueños muestran un cambio ahora que vuelves a ser tu, incluso despierto.
    La música poco a poco se va alejando de su mente, y poco a poco vas olvidando lo que te agobia, pero no está completo. Te distraes viendo a la gente, lo que ven, lo que hacen, si te miran, si camuflan o si reflejan. Nada importante.
    Su mirada se pega en la de otra persona. Y la de ella se pega a la suya. Fue poco tiempo, casi lo normal cuando dos desconocidos por la calle se miran y siguen su camino, pero fue suficiente tiempo extra para que a ambos les entraran nervios, desesperación, inquietud. Mas, nada de ello desagradable.
    Por tres estaciones estuvieron observándose, cambiando la vista y observándose de nuevo. Ella se acercó, pero no lo suficiente. Le dio la espalda pero continuó viendolo por el reflejo en la ventana por otras tres estaciones, sin despegar la vista.
    El comenzó a expresar el nerviosismo, ella volteaba a verlo de tanto en tanto. Nada muy obvio, pero suficiente para incentivar.
     El metro se detiene, ella lo ve y el le corresponde. Ambos sonríen, su momento ha llegado pero ninguno quiere aventurarse. Los ojos brillan con la ilusión de la otra persona, dejándola con las características y rasgos que uno quiera pero sin saber si son verdad.
    Ella titubea y se baja antes del cierre de puertas. El la sigue con la mirada. Ella espera a que el parta. Los ojos del otro se pierden en el movimiento dentro del túnel. El sonríe de nuevo, se arrepiente de no haber hablado pero se siente felíz.
    Aun tiene esperanza.

lunes, 15 de julio de 2013

Oportunidad

     Dame la oportunidad, cierra tus ojos y comparte conmigo mis sentimientos. Disfrutalos, aprovechalos, lo malo está solo en tu mente, el resto del mundo no importa, mientras estemos juntos nada debiese afectar.

    Hace un tiempo me dijeron que esperaban el momento de verme contigo por lo que expresaba y demostraba. Yo emparejado y tu también. Un amigo entre medio, no, más que eso, un hermano.

    Consigues moverme de muchas maneras, me desespera. Más que amigos quiero ser, quiero llevarte de la mano a descubrir, quiero besarte y poder transmitirte todo el cariño que deseo que poseas y se que mereces.

    Veo gente a tu alrededor y siento si te harán bien o mal. Has llevado mi percepción al extremo. Si se que no te harán daño no me interesa, si predigo otra cosa me incomoda.

    Hay una luz en tus ojos que sigo, un sueño que me guía y me anima. Quiero llenarme de tus caricias, por favor no malinterpretes, me encanta ese sentido pero no es lo que me llama en estos momentos. Lo que me llena son tus ojos, tu voz, tus abrazos.

    Busco tierras más allá, tierras que nunca existieron pero que se que alcanzaré contigo a mi lado. Me alegras de formas que viví solo en mi primera infancia. Eras en que en mí sólo había felicidad, antes del dolor y el sufrimiento.

    Veo el cielo, veo las estrellas y la luna y me causan goce por estar cerca tuyo, ya no me son inspiración para escribir, por primera vez está enfocado en una persona. Tú.

    Te quiero. Sientelo, aprovechalo. Soy sincero.

viernes, 24 de mayo de 2013

Un Deseo

    Sol, un bello día baña mis ojos mientras camino a conseguir locomoción. Veo a pequeños pajaritos emprender vuelo de un arbusto a mi paso y sonrío, no se el por qué, pero me alegro de todas formas.

    Los rayos de sol calientan mi cuerpo al momento de subirme al microbús que me llevará al destino buscado, no el deseado.

    Voy mirando por la ventana a la gente que camina por la calle, mientras yo, por mi parte, trato de concentrarme en mi quehacer diario. El día está perfecto para motivarse, hay un sol agradable, un viento refrescante y suave, luz para sentirse en un día de verano, un día libre.

    Mas, aun así, no puedo quitarme de la cabeza la noche. Acostado en mi cama, con la cortina semi abierta, tratando de dormir viendo una luna que hace mucho no veía.

    Esa luna provocativa, juguetona, que te incita a seguirla pero sabes que no puedes. Esa luna que te ha acompañado en los romances, perversiones y aventuras. Esa luna que vigila tus sueños y guarda tus secretos. Esa luna amiga.

    Me he vuelto un adicto a la noche, la espero con ansias aunque se que hoy no se dará. Viajes, cigarrillos, chocolates, todo es complemento; conversaciones, compañía, lo que me llena por dentro.

    No se si buscar o esperar. Lo que si se es que cuando esté en la noche ya no lo desearé, lo viviré.

domingo, 14 de abril de 2013

Esperanza

    Y al salir el sol la lluvia dejó de caer. Brillaba todo al rededor, en las hojas mojadas se veían los pequeños diamantes, en las pierdas que pisaba se notaba el reflejo, y sus ojos mostraban el encanto de la escena con el cariño más tierno jamás visto antes.
    Tras caminar un momento por la playa meditando, pensando y disfrutando, llegó a la conclusión que tanto había deseado.
    El pensamiento humano es muy manejable e influenciable, pero el sabía que no venía de la mente, sabía que se alojaba en su pecho. Más que eso, se alojaba en sus manos, en sus pies descalzos en la arena, en su respirar tranquilo, en su palpitar algo emocionado, en su vientre juguetón, en su cabello despeinado por el viento marino. Y sus ojos lo expresaban a la perfección.
    Contra viento y cansado caminó, sabía que había un final al que llegar. No lo estaban esperando, mas no le importaba. Solo quería toparse con ella, hablar y disfrutar de las mismas cosas juntos. El conseguirlo es difícil, se puede pagar caro, pero las consecuencias son positivas. Eso lo mantiene despierto, alegre y decidido.
    Cuando se juntan está acompañada, sin embargo estaba previsto. Un poco de paseo, cambios de tema, dicuciones alegres. Las sonrisas se unen mientras los ojos se encuentran, y por primera vez ven mutuo brillo, las almas intercambian dichosas palabras de confianza y cariño que se concretan en la unión de los labios, ambos ahora lo saben.

lunes, 25 de marzo de 2013

Un camino

_No siempre se puede disfrutar del atardecer. La noche se acerca y la temperatura desciende. Ya no hay luz que guíe tu camino y la única orientación son tus ojos, tus recuerdos, tu experiencia. Pero este camino es nuevo, no lo puedes predecir, no lo puedes manipular, y siempre puedes desviarte perdido hasta congelar.

_Caminas por un instante. Tu viste es buena y tu paso seguro. El carisma te acompaña y te consigue compañía, un perro callejero que hace mucho viste. Camina a tu lado, te sigue, te tutela, te cuida. Pero es un individuo a parte, te hace una reverencia por hablerlo ayudado tu también y sigue su propio sendero.

_ Te da hambre, no traes comida pero no te importa, ya estás encaminado a tu destino. Tu ropa se raja con las espinas del camino pero no te hacen daño, o no un  daño que te impida seguir.

_Te topas con un grupo de gatitos, y como aun son pequeños los supervisas, los abrigas, los entretienes, y te entretienes tú. Sin embargo, su madre llega, te felicita por el trabajo y la dedicación, y se lleva los lleva de vuelta a su hogar, después de todo no es tu obligación ni responsabilidad cuidar de ellos.

_Reconoces el camino. Tras seguirlo un tiempo ves las primeras luces de la mañana. Sabes que es el momento más helado del día; se escarcha el rocío, se congela el agua en los autos, pero llega el día, y al final todo pasará. Y comenzará el ciclo de nuevo, mas, ahora en tu hogar, el final de tu camino.

miércoles, 27 de febrero de 2013

Alegres Estrellas



            Hay noches en las que uno se acuesta y se queda dormido en un instante, sin importar las muchas tazas de café que uno beba antes, o lo activo y sin sueño que esté el sujeto. Por desgracia hoy no es una de esas noches para mí.

            Recuerdo cosas que no quiero recordar porque me recuerdan otras, recuerdo las alegrías de mi vida que fueron truncadas, recuerdo las emociones que sentí en mi mejor momento acompañando la angustia que me acuchilla la espalda.

            No lo aguanto por mucho tiempo, y revolcándome en la cama decido levantarme. Camino un rato, bebo un poco de agua, vuelvo a caminar. Me acuesto. Me revuelvo. Camino. Nada… Mi tiempo se pierde en un vaivén de sensaciones, en un torbellino de canciones y en calor de la cama deshecha.

            Salgo de la habitación, salgo al patio trasero. Hace frío, el piso congela mis pies al caminar, la brisa nocturna me indica que estamos en verano pero que mi corazón sigue en invierno. Me recuesto a un costado de la piscina, el agua no está tan helada como esperaba y me muestra una luna (casi llena, por desgracia) reflejada en su superficie.

Miro hacia arriba y veo las pocas estrellas que uno puede ver en una ciudad como Santiago, pero que de donde se las mire son hermosas (casi). Sonrío, me alegro solo, únicamente con el brillo de pequeños puntitos blancos en un cielo negro azulado. Me detengo a observar el parpadeo de una en particular, me atrae, me tienta, me relaja.

De reojo veo un brillo anormal, acompañado de un cambio de posición, me fijo en la nueva estrella que llama mi atención y de inmediato otra hace lo mismo. Sigo con la mirada la zona destacada por el astro, y el juego continua. Me la paso un rato tratando de adelantarme a los destellos, pero me es imposible. Me cautivan, la música las acompaña, mi mano en la piscina siente el ritmo en el casi imperceptible oleaje, los aromas de las plantas a mi alrededor me dejan en trance.

Ya entiendo lo que me dicen. Por supuesto que estoy bien: ahora libero mi risa, mis lágrimas se reservan para momentos de dichosa alegría, mi cara vuelve a expresar emociones que alguna vez mostró… y vuelvo a entender que lo mejor siempre viene después si lo esperas pacientemente. Mientras tanto, solo disfruto, vivo. Porque sé que hice bien y que lo seguiré haciendo. Porque sé que la gente cercana me estima por como soy. Porque sé que yo estoy mejor.

Pasa una estrella fugaz. Las estrellas parpadean más, brillan dándome a entender que me apoyan en lo que haga. Mi destino está definido, encontraré la felicidad porque es ella la que me está buscando, no yo.

martes, 12 de febrero de 2013

Máscaras

Las máscaras son un juego,
 Que alimentan mi ego.

Reflejan lo que espero
Pero ocultan lo que quiero.

 La vista refleja
Y la máscara  aleja.

Siempre mostrando,
Siempre ocultando.

Emociones son resaltadas,
Mientras otras camufladas.

Sentimientos que se actúan
La falsedad se acentúa.

 La alegría es agotable,
La tristeza, adaptable.

Me delatan mis ojos,
... exhibo a mi antojo.