lunes, 25 de marzo de 2013

Un camino

_No siempre se puede disfrutar del atardecer. La noche se acerca y la temperatura desciende. Ya no hay luz que guíe tu camino y la única orientación son tus ojos, tus recuerdos, tu experiencia. Pero este camino es nuevo, no lo puedes predecir, no lo puedes manipular, y siempre puedes desviarte perdido hasta congelar.

_Caminas por un instante. Tu viste es buena y tu paso seguro. El carisma te acompaña y te consigue compañía, un perro callejero que hace mucho viste. Camina a tu lado, te sigue, te tutela, te cuida. Pero es un individuo a parte, te hace una reverencia por hablerlo ayudado tu también y sigue su propio sendero.

_ Te da hambre, no traes comida pero no te importa, ya estás encaminado a tu destino. Tu ropa se raja con las espinas del camino pero no te hacen daño, o no un  daño que te impida seguir.

_Te topas con un grupo de gatitos, y como aun son pequeños los supervisas, los abrigas, los entretienes, y te entretienes tú. Sin embargo, su madre llega, te felicita por el trabajo y la dedicación, y se lleva los lleva de vuelta a su hogar, después de todo no es tu obligación ni responsabilidad cuidar de ellos.

_Reconoces el camino. Tras seguirlo un tiempo ves las primeras luces de la mañana. Sabes que es el momento más helado del día; se escarcha el rocío, se congela el agua en los autos, pero llega el día, y al final todo pasará. Y comenzará el ciclo de nuevo, mas, ahora en tu hogar, el final de tu camino.

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